viernes, 20 de enero de 2012

BIENVENIDOS/AS





Tras dedicarme durante varios años a la gastronomía he decidido escribir este blog con algunas recetas sencillas, prácticas y algo económicas para que los lectores y amas de casa que se interese por este blog, puedan degustar algunos platos buenos, sanos y deliciosos. 
El detonante para escribir este blog y compartir todas estas recetas trucos, reflexiones de cocina, menús diarios, etc... Fue tras publicar varias recetas en Facebook, me dio la idea una seguidora y amiga que me lo comento a partir de ese día empecé a madurar el proyecto poco a poco pero sin dejarlo ni quitarlo de mi mente. 
Debo darles las gracias por el empuje y sus buenas críticas de apoyo a estos amigos y compañeros como por ejemplo por citar algunos, Mari Carmen Jiménez, Josu Gómez Barrutia, Lola Sancho, Juan De Dios, Reyes Carballo, Pilar Blanco, etc... Pero en especial a mi mujer  Carmen y mis  dos hijas Melanie y Nerea por robarles el tiempo  que estoy en el ordenador y no con ellas. 
La cocina no es una ciencia matemática ni exacta, sino tener ganas de guisar y tener un poco de imaginación y buen paladar. En ocasiones me preguntan a qué público se dirige el tipo de cocina que hago. Mi respuesta es clara: a todo tipo de público y  a los muchos aficionados a la gastronomía que sienten el placer de la mesa, que creen que sentarse ante un buen plato es mucho más que alimentarse. 
La principal diferen­cia entre alimentación y gastronomía es, pues, la siguien­te: la alimentación es la satisfacción de unas necesidades físicas; La gastronomía permite sublimar esta función y convertir el acto de comer en un placer para los sentidos y para el intelecto. 
El goce gastronómico consiste en saber apreciar todos los atractivos que ofrece una buena mesa, cuyos ingredientes principales (aunque no los únicos) deben ser los alimentos que se sirven. Desde el punto de vista del cocinero, la gastronomía representa entender la cocina bajo el prisma del placer de confeccionar platos con los que la gente pueda disfrutar. 
Existen muchas personas que se dedican a este oficio con la única finalidad de alimentar; otras combinan ambos estímulos. Finalmente, hay quien utiliza su profesionali­dad y los medios de que dispone para que, con una buena dosis de cariño por lo que se hace, la alimentación se transforme en gastronomía. En este sentido es preciso no caer en simplificaciones. 
La línea que separa lo que es gastronómico de lo que no lo es no resulta clara, y en cada estilo de cocina se puede dar este aspecto. Por ejemplo, para algunas personas, comer buen marisco al natural también puede ser gastro­nomía. Por ello opino que cada persona debe elegir el tipo de cocina que más se adecua a sus gustos y a su personalidad. 
Quiero insistir, pues, en que para mí, la gas­tronomía, más allá de estilos y técnicas, se resume en utilizar con mucho cariño los conocimientos culinarios del cocinero para dar satisfacción a la gente. ¿La cocina es un arte? ¿Se puede comparar a Rabuchón con Picasso, a Arzak con Kandinsky, a Girardet con Miró, a Adrià con Beethoven? Creo que éste es un ejercicio de análisis muy complicado, que yo acabo resolviendo siempre del mismo modo: la cocina es cocina, y nada más. ¿Por qué resultan tan difíciles estas comparaciones? En primer lugar, la cocina se hace para servirla en un establecimiento que  se llama restaurante, que tiene que fun­cionar como negocio independientemente del espíritu artístico más o menos alto del cocinero. 
El punto de contacto entre la cocina y el arte podría radicar en el proce­so de creación de los platos, pero de hecho, al igual que en otras facetas del ser humano, la cocina pública combi­na el arte con la artesanía. En definitiva, repito, la coci­na es cocina. 
No hay duda de que el arte puede existir en la gastro­nomía, tanto en el fenómeno de la creación como en el de la percepción de quien recibe el producto. En mi opinión, los verdaderos artistas son los comensales capaces de emocionarse delante de un plato, de transmitir algo muy difícil de plasmar, salvo si se recurre a metáforas o, ¿por qué no? a ocurrencias, como la de un buen amigo andaluz que contesta a la pregunta ¿Qué es el arte? Y él respondió: el arte es sentir frío. 
En definitiva si me preguntan cuál es el secreto de la cocina les diré que esta en el fondo de la olla y que lo que se haga que se haga con cariño.



Espero que os guste


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